La condena

Cuánto tiempo 
sin hablar.

Hace tiempo,
no te escribía.

Hace tiempo,
no me leías.

Qué tan cerca podemos estar,
si cerca nunca hemos estado.

Pero el día que dejé de hablar
notaste mi ausencia.

Tal vez grito,
tal vez lloro,
lo que sí es seguro
es que no me escucho.

En el silencio mis gritos
son más fuertes,
al menos lo son en mi mente.

Quisiera creer que mis letras
han hecho falta.

La ausencia crea
los espacios vacíos,
pero la presencia no los llena
presencia.

En ocasiones extrañamos cosas
que nunca fueron,
que nunca sucedieron,
que nunca sucederán.

A veces extrañamos vacíos creados
por nuestra imaginación,
y es esa misma,
la juez,
encargada de condenarnos
para siempre, al vacío.
Pablopvsky

Por:

El mundo no es tan teso