Nunca creí que aquellas falsas palabras pudieran tardar tanto tiempo en desaparecer de mi cuerpo. Me las encontré en un océano azul, como una red que te atrapa y por más que tratas ahora hacen parte de ti. En algunas ocasiones no me han dejado respirar y en otras, me han hecho sangrar hasta llorar. No sé bien cuantos años tarda en descomponer una palabra plástica, de lo que sí estoy seguro es que no me alcanzarán mis ciclos de vida para verlas morir.
